Hay ciertos ingredientes que son importantes cuando se escribe un poema, pero la poesía es una de esas pequeñas cosas incómodas en las que, sólo porque algo funcione para un poema, no significa que funcione para otro.
Hay tantos tipos de poesía; se puede hacer mucho más con el aspecto, el contenido y el lenguaje de la poesía que con cualquier otro tipo de escritura.
La poesía ofrece una increíble cantidad de libertad creativa, pero la gente a menudo huye de ella. La poesía no tiene por qué ser algo a lo que temer: con las herramientas adecuadas y la dirección correcta, cualquiera puede encontrar un tipo de poesía para ellos.
Esta lista contiene algunos ingredientes que puedes usar en tus poemas para empezar.
- Mensaje
¿Qué estás tratando de decir?
El mensaje de tu poema es la parte más importante.
Puede ser algo tan simple como tu amor por los pastelitos, o puede ser algo más complejo, como una relación. Sea lo que sea, tu mensaje debe ser claro sin decir lo obvio o ser condescendiente con el lector.
Puedes usar el lenguaje visual en tu poema para explicar al lector lo que está pasando sin hacerlo cegadoramente obvio.
El diseño de tu poema puede reforzar aún más este mensaje…
- Forma/estructura
¿Cómo será tu poema en la página?
¿Será un poema concreto? ¿La longitud/forma de cada estrofa realzará el poema de alguna manera?
Piensa cuidadosamente en cómo se verá el poema en la página. Un poema, en particular uno concreto, puede ser tan visual como una obra de arte.
Si no estás seguro de cómo presentar tu poema, experimenta con diferentes formas. Lo que has escrito puede funcionar mejor como un poema concreto, o puede encajar en un diseño más estructurado, como un soneto.
Un poema estrictamente estructurado parece muy limpio y ordenado, pero si estás escribiendo sobre cosas que se están desmoronando, puede que no sea el mejor diseño a elegir (a menos que estés siendo irónico).
Algunos poetas tienen sus preferencias por estructuras particulares, otros prefieren escribir con una falta de estructura.
Escribe en la forma que mejor se adapte a tu poema y al estilo de escritura. Puede que te lleve varios borradores de un poema encontrar la forma adecuada para él, ¡pero está bien!
- Punto de vista
¿Desde qué perspectiva estás escribiendo tu poema?
¿Lo estás escribiendo en primera, segunda o tercera persona?
La perspectiva desde la que escribes tu poema puede cambiar dramáticamente su significado e impacto en el lector.
Una vez escribí un poema sobre una relación madre/hija, y lo hice en primera persona, observando a los dos personajes.
Fue muy confuso de leer, pero una vez que omití al narrador innecesario y lo escribí en primera persona desde la perspectiva de la hija, empezó a tener más sentido. Los poemas de observación pueden funcionar, pero asegúrate de tener claro quién es quién. La poesía no funciona bien (particularmente la poesía corta) con muchos personajes sin nombre.
- Voz/Tono
La voz es importante en todo lo que escribes, y la poesía no es diferente.
Podrías escribir algo de manera coloquial, de manera anticuada, de manera divertida, de manera seria, de manera sarcástica… de la manera que quieras.
Lo importante es asegurarse de que el tono que has elegido se ajusta al poema y al mensaje que quieres transmitir. No escribas algo de forma seria si intentas ser gracioso, y no te pases con los chistes si intentas ser serio.
- Esquema de rima (o falta de)
Se recuerda que no todos los poemas tienen que rimar.
Hay una idea equivocada común de que los poemas tienen que rimar. Muchos poemas clásicos y conocidos lo hacen. Es cierto que si quieres algo que se pegue en la cabeza de la gente o que suene bien, las rimas leídas en voz alta ayudan. Pero no son necesarias.
Mucha de la poesía moderna no rima, y todavía funciona bien. Si obligas a tu poema a rimar, el lector/oyente podrá darse cuenta. Lo importante en la poesía no es si rima o no, sino si resuena o no.
- Gramática (o falta de)
La gramática es increíblemente importante en la poesía. Su ausencia puede decir tanto como su uso. Sin embargo, es importante en la poesía conocer las reglas antes de poder romperlas. Esto te permite manipularla a tu favor e incluso alterar el significado de tu poema.
Los saltos de línea pueden ser usados efectivamente como una alternativa a la puntuación, pero si no usas ninguna puntuación, asegúrate de que el lector pueda seguirla.